jueves, 30 de julio de 2015

Los Hombres de Bilbao.- 1916

Los Hombres de Bilbao.- 1916

   Al terminar la guerra civil, los hombres que habían de rehacer y exaltar la villa de Bilbao y Vizcaya emprendieron el camino de  la vida. Marchaban “por el sendero obscuro que se extendía ante ellos y que les llevaba a donde ellos querían que les llevase”, como el varón esforzado de Walt Witman.

D. Víctor Chavarri.
   En veinticinco años, 1875-1900, los Chávarri, Ibarra, Echevarrieta, Gandarias, Martínez Rivas, Aznar, Bergé, dan a su pueblo magnitudes inusitadas en nuestros países, de civilización lenta y poco familiarizada con semejantes milagros. Y más interesante aún, enriquecen la vida española con un tipo  nuevo de los más fuertes que se produjo en el siglo XIX y quizá el más XIX de todos: el del burgués capitalista.

   Ahora que Sorel deplora la extinción del burgués de la raza de los jefes audaces que habían hecho la grandeza de la industria, hay que reivindicar para esta casta a los hombres de Bilbao en el último tercio del siglo pasado.

   Eran capitalistas que, como quería Sorel, se acercaban al tipo guerrero, miraban como una vergüenza la timidez y se alababan de pensar en sus intereses de clase.

   Tal vez el plan guizotiano de la Restauración y la Regencia se realice en Vizcaya mejor que en ninguna otra parte de España. La Restauración resulta aquí una cosa vital, y la burguesía vizcaína es el instrumento feliz de su obra. El momento frenético que ha pasado deja cansancio de ideologías violentas. El régimen da, y no es poco, paz y arancel.

D. José Mª de las Rivas.
   Falta casi por completo la literatura. Discretamente se ha eclipsado, ahogada en aquel vértigo de acción. En los periódicos de la época florece una prosa redonda, salpicada de planos y de perfiles longitudinales. Muchos párrafos suelen concluir evocando “la prosperidad pública” y “el fomento de la actividad industrial del país. Son instancias, proyectos, planes de mejora. Pero de esta prosa discutible y puramente complementaria ha salido y lo que es hoy la vida española: Bilbao. Paz y Arancel. Estos capitalistas de lucha son gubernamentales. Impera el guizotíanismo del régimen.

   Don Práxedes Mateo Sagasta hace entradas triunfales en el “Laurak-bat”. Desde Biarritz, Cánovas atalaya a los ricos de Bilbao y los busca para su obra de consolidación. Nombres obscuros que llevan calles de Bilbao, nos hablan de ministros que ponían primeras piedras y quillas. Los obreros del hierro alumbran con antorchas la ría negra que atraviesan una noche la Regente y el Rey niño...

D. Pedro de Gandarias.
   Alzóla, Churruca, los ingenieros de su tiempo, son nombres llenos de gloria civil. Florecían en el momento de esplendor de su estado-apogeo de la ciencia positiva, novela naturalista, grandes exposiciones, era de victoria, Lesseps, antes del Barón y de Herz, cuando la Emperatriz había inaugurado el canal.

   Hoy todo esto ha palidecido. Está bien. Pero aquellas figuras, un poco frías y como recortadas de ingenieros, llenas sin embargo de fuego interior que arde en vidas fecundas, merecen bien de su pueblo, como se hubiera dicho entonces.

   Unos y otros, los fuertes y empíricos, y los técnicos, reedificaron Bilbao y Vizcaya. Sus nombres no tienen la opacidad que, un poco convencionalmente tal vez, ha recubierto los otros españoles del misino período. Su obra vive, y no hay por qué arrepentirse de ella. Lo que se ha llamado desastre no ha hecho vacilar la fe de Bilbao. Los cruceros se fueron a pique; pero Bilbao no los había construido para pelear con acorazados cien veces superiores, de naciones cien veces más poderosas.

   Los cruceros estaban bien hechos. El acero era excelente. Y el mineral continuaba siendo inmejorable. Bilbao no había fracasado ni tenía porqué sumarse a los coros de desesperanza que se cantaban aquellos días en España.

El Conde de Zubiria.
   Había que continuar, mejorando. Los días cambiaban, y los hombres que engrandecieron Bilbao  eran demasiado avisados para no apercibirse. Sombras inquietas pasan sobre Vizcaya: Sabino Arana, el de Abando; los hombres de trabajo, persistentes en su clamor, fuertes y organizados. Brillan los espejuelos de D. Miguel de Unamuno. Y ellos desaparecen serenamente, fuertes en gloria y en ejemplaridad.

   Habían arribado en un May-flowerr ideal un poco agresivo. Los mayorazgos y los comerciantes casi aristocráticos que regían el Bilbao de la Arcadia foral, tuvieron que ceder a este empuje nuevo. Con ellos se hundieron muchas cosas buenas y bellas. Todavía un mayorazgo, Ángel Allendesalazar, brilla lleno de inteligencia y patriotismo en estos días vertiginosos. Hay que pasar con dolor sobre lo inevitable
.
   Con la historia de Bilbao y sus hombres del 75 al 900 se podía hacer un manual confortablemente impreso y que formará parte de una de esas series que se editan para enseñar la energía. No habría inconveniente en que allí apareciese Bilbao entre Duserdolf Fiume, por ejemplo, o entre dos ciudades americanas. Pero provisionalmente nada más, y para esos fines docentes. Bilbao no es una  ciudad improvisada, de vida en perpetuo intento de soldadura, de elementos recién acogidos. Bilbao tiene una naturaleza en que definirse y afirmarse.

D. Cosme Echevarrieta.
   Así, en estos creadores de su fuerza moderna, ve continuadores, aceleradores, y les asigna la gloria clásica que a los hombres de continuidad reserva la Historia.

   No olvida que han pasado bastantes siglos sin que falte en ningún puerto de Europa hierro con la marca de Bilbao.

   Una lista de bilbaínos de hoy… Sota, Gandarias, Echevarrieta, Ibarra, Echevarria, Zubiria, Aznar, Chávarri, Gorbeña, Aresti, Revilla... Otros muchos se pueden añadir, gentes todas de dirección y esfuerzo.

   De estos contemporáneos, y precisamente por serlo, se impone una gran medida y graves reservas en el elogio. Y un número como este de LA ESFERA es una gran coral, un himno, y requiere tono heroico poco compatible con la proximidad. Carlyle no encontraba a Odín en Igeretxe oyendo a los titanes, ni a Cromwel en las reuniones de fuerzas vivas. Dejemos, pues, ahora, lo heroico.

D. Bernabé Larrinaga.
   Basta decir hoy: que Bilbao no ha detenido su progreso, que, al contrario, una mayor fuerza ideal parece empujarle cada día. Y recordar quiénes dirigen el Bilbao actual.

   Y un poco más: excluir a estos directores de ciertos grandes defectos, forma la más moderada del elogio. Ninguno de estos hombres, diremos, es capaz de acto o palabra esencialmente funambulesco.
Por ejemplo: ninguno de ellos podría deciros en serio que Vizcaya, por su adelanto, es ya una provincia de Europa. Agradezcamos este decoro fundamental.

   Los hombres directores de Bilbao se encuentran a la villa entrando en el período “de curiosidad o  deseo de saber cosas nuevas y de amor a la belleza». En iniciación florentina empiezan a prestar el apoyo y el ambiente que requiere al cultivo de las disciplinas intelectuales y de las artes.

   Han conocido estos hombres el mundo en sus más sugestivos aspectos. Y no se han sumado al cosmopolitismo fácil que les tentaba. Han vuelto a los escritorios y a la labor – comprometiendo sus rentas tranquilas en duras empresas industriales - y han borrado pronto los últimos recuerdos banales incompatibles con una buena villa comercial.

   Le insinuaba Boswel al doctor Johnson sus temores de perder el encanto de Londres, residiendo siempre en la capital. Temía cansarse de Londres. “No encontrará usted hombre, a poco inteligente que sea - le respondió Johnson - que esté dispuesto a abandonar Londres. No, sir, cuando un hombre se ha cansado de Londres, se ha cansado de la vida, porque tiene Londres todo lo que la vida puede ofreceros.”

   De la villa “fuerte y ansiosa”, que es Bilbao, sus hombres, vencido el rubor local y el natural que cuesta decir ciertas cosas, no están muy lejos de creer lo que el gran polígrafo y gran bebedor pensaba del Londres de fines del siglo XVIII.


Publicado el 12 de Agosto de 1.916

Por José F. de Lequerica en

LA ESFERA.


lunes, 27 de julio de 2015

Vizcaya la Nueva.- 1916

Vizcaya la Nueva.- 1916

   Hemos querido recoger en estas páginas las palpitaciones de la vida en Vizcaya y presentar a este pueblo grande y trabajador en sus diversos aspectos y distintas modalidades, rindiéndole de paso el debido homenaje de nuestra admiración. Para ello hemos recurrido a varios de sus hijos, entre los muchos que la honran, hombres de acción y pensamiento que han hecho compatibles los placeres de la fortuna y las inquietudes del trabajo diario.

Altos Hornos de Vizcaya.- La fábrica de Baracaldo.
   Vizcaya es un pueblo vivo, avanzado centinela del progreso. Sus ferrocarriles constituyen una riqueza de producción proporcionalmente superior a los de cualquier lugar del mundo; su puerto es un alarde de constancia y de fuerza; sus astilleros prueban lodos los días que en ellos se trabaja con tanta perfección e intensidad como en Clyde o Hartlepool; sus industrias eléctricas han invadido España entera; sus afanes caritativos se revelan en obras de tanta importancia como los hospitales de Basurto; su administración municipal, y provincial puede servir como modelo a los Ayuntamientos y Diputaciones españolas; su actividad, su tesón, su afán por la enseñanza y sus ideales artísticos, sus monumentales palacios y sus lugares de estancia veraniega, sus paseos, sus avenidas y sus playas y su amor a la tierra, hondo y sentido, hacen de este pueblo fuerte y brumoso el propulsor de España hacia un porvenir digno de su historia y de su nombre.

   En este pueblo de Bilbao no existe el señorito holgazán y presuntuoso. Los que nacieron entre blondas y encajes, como los que tuvieron desde la cuna como destino la mina y el taller, todos trabajan y son obreros, cumpliendo por igual la sentencia bíblica que fuerza a ganar el pan con el sudor de la frente. Y aquí, en España, donde la política divide a los hombres y encrespa los espíritus, Vizcaya da constantemente un ejemplo de unión, fundiendo en una sola aspiración y en un ideal común las opiniones particulares, atraídas y dominadas por el interés del pueblo nativo y por el amor de la patria.

   La admiración que sentimos hacía esta hermosa región, es tan grande como honrado nuestro propósito, manifestado en estas páginas.

   Pero más que nuestras palabras dirán los proyectos y aspiraciones del pueblo vizcaíno, al que sus elementos directores llevan camino de un luminoso porvenir, conscientes de su misión y bien impuestos de que las luchas futuras precisan armas de recio temple que deben ser forjadas en los yunques de hoy. Por eso ahorramos palabras y dejamos espacio a la enumeración de los proyectos que quieren para Vizcaya las inteligencias privilegiadas y los espíritus bien fortalecidos del sus hijos preclaros.

D. Ramón de la Sota.
   Don Ramón de la Sota trata de establecer en Sagunto unos Altos Hornos para convertir en acero sus minerales de Sierra Menera. Su coste oscilara entre 30 y 40 millones de péselas, con una producción de unas doscientas mil toneladas anuales en los comienzos de la explotación para ajustarse a consumo interior y no quebrantar el equilibrio comercial.

   En sus astilleros Euskalduna se ha establecido una grada para vapores de 8.500 toneladas, que llegará a servir para vapores de 10.000 toneladas de carga, o sean 14.000 toneladas de desplazamiento. Luego se colocarán hasta tres gradas. La construcción de los vapores se verifica a la moderna, por series. El Mouro, último buque bolado al agua, es el cuarto de una serie que ha sido construida. Este procedimiento tiene la ventaja de que la maquinaria sea la misma para lodos los vapores de la misma serie y en su consecuencia las reparaciones se realizan con más rapidez y economía.

   Este Sr. Sota, hombre de grandes alientos y de audaces iniciativas, ha pensado también en las relaciones hispano-americanas; pero en forma positiva, abriendo una nueva vía entre las Repúblicas Sudamericanas y Bilbao, para la cual construirá trasatlánticos de tipo moderno, mixtos de carga y pasaje, de unas 10 o 12.000 toneladas y de 13 a 14 nudos de marcha.

D. Horacio Echevarrieta.
   Don Horacio Echevarrieta, cuyo nombre está a toda empresa bilbaína, tiene en proyecto la ampliación de su flota de vapores, Pero su mayor preocupación son actualmente los Saltos del Ter que producirán 32.000 H. P. efectivos, cuya energía será llevada a Barcelona desde Selleras, en la provincia de Gerona, cuando haya terminado la guerra.

D. Federico Echevarría.
   Por su parte Don Federico Echevarría, otro bilbaíno insigne, aplica intensamente su inteligencia a los horrores del presente y a las inquietudes del porvenir. Piensa que cuando la guerra acabe en los campos de batalla, se iniciará una lucha económica que no podrá ser combatida con el sólo esfuerzo individual, siendo preciso el apoyo del Gobierno para que el industrial no se sienta abandonado a la codicia extranjera.

   Cree, por tanto, que es preciso un Gobierno estable, que imprima el mayor impulso posible a las explotaciones en la cuenca minera.

   En opinión del Sr. Echevarría, la intervención del Gobierno debe ser activísima, adelantándose a posibles acontecimientos que han lamentar su retraso, principalmente en todo lo que se refiere a las relaciones mercantiles internacionales y al conocimiento de los proyectos y medios de que hayan de valerse algunos beligerantes para buscar compensaciones a los derroches des hacienda, en el mercado español.

D. José María Martínez de las Rivas.
   También Don José  María Martínez de las Rivas, tiene el proyecto de terminar en breve la construcción en su fábrica San Francisco, de un nuevo alto horno para lingote y trata de introducir otras importantes mejoras que pongan a la fábrica en la mejor disposición para producir hierros y aceros.

   En los Astilleros del Nervión, donde acaba de votarse al agua el Mudela núm. 2, de 3.000 toneladas de desplazamiento, y se han puesto quillas para otros dos barcos de 7.500 toneladas, están en estudio los planos para otra nueva quilla.

   Montará también un gran taller de forja y otro de maquinaria en gran escala.

   Mientras tanto, en el Coto Musel, de minas de carbón en Labiana, se aumentará en todo lo posible la producción destinada a la fábrica San Francisco, en cuanto quede terminado un nuevo lavadero capaz de una producción mayor de la que se hace actualmente. Y por lo que respecta a las minas de Galicia que forman el Coto del Caurel, serán preparadas para la explotación dentro de unos años.

D. Víctor Chávarri.
   Otros ilustres bilbaínos tienen ideas dignas del temple de su raza. Don Víctor Chávarri, hijo de aquel preclaro vascongado que llevó igual nombre, proyecta la briquetación del mineral de la mina Dicido, para aumentar su valor y aprovecharlo en su totalidad. La mina Dicido está enclavada en la provincia de Santander y fue explotada por la Sociedad Dicido Iron Ore hasta que el Sr. Chávarri la compró en trece millones de pesetas, nacionalizando una riqueza que estaba en manos extranjeras.

   En este gran concierto de voluntades no podía fallar el conde de Zubiria, uno de los hombres de espíritu más recios y de inteligencia mas cultivada entre lodos los que se afanan por el progreso de Vizcaya la nueva. El ilustre bilbaíno, consciente del porvenir, quiere para su pueblo días de mayor esplendor y se dispone también a ser propulsor de grandes negocios, desarrollando iniciativas que aumentarán el prestigio de su nombre y fomentarán el crédito de la Invicta Villa. A su talento y a su voluntad, ha de deberse la ampliación de algunas empresas y el mejoramiento de otras que vendrán a ser nuevas fuerzas creadoras de energía y de vida.

   Mucho más pudiéramos decir de los proyectos y afanes de estos hombres esclarecidos que quieren para su pueblo el mayor grado de progreso y de bienestar. Fuertes de cuerpo y recios de espíritu, hallan sus mejores placeres en el trabajo, entre el estrépito de las máquinas y crepitar de los martillos y en la contemplación del ancho mar que ofrece todos los días nuevos y fecundos caminos. Otros hombres que llevaron su mismo apellido pusieron los sólidos cimientos en que se asienta este pueblo de presente risueño y floreciente porvenir. Estos abnegados varones de hoy, han seguido el ejemplo de sus antecesores y han llegado al corazón de la tierra para explotar su tesoro, y han labrado para la Invicta Villa de las libertades una corona de hierro. Sean estas líneas el sincero homenaje de otros hombres, firmes creyentes en el trabajo y en el porvenir de la patria, a un pueblo que todo lo debe a su fe, a su constancia y a su voluntad.

Publicado el 12 de Agosto de 1.916 en

LA VOLUNTAD

miércoles, 22 de julio de 2015

Huelga en los Altos Hornos de Bilbao.- 1916

Huelga en los Altos Hornos de Bilbao.- 1916

Vista parcial de los Altos Hornos, después de abandonados por los obreros.
      Bilbao día 10. A las cuatro de la tarde se reunió en el despacho del gobernador una comisión de patronos de los Altos Hornos, compuesta del senador vitalicio señor Gandarias, del senador señor Chavarri y del gerente, señor Goyoaga, y manifestó que estaba dispuesta a efectuar el pago semanal a los que lo soliciten, y a los demás que sea quincenal.

   Luego visitó al gobernador una comisión de obreros, que se negó a aceptar el pago semanal si no es de carácter general pidiendo un 50 por 100 de aumento por la jornada extraordinaria.

   El gobernador propuso una fórmula de pago decenal, que los obrares rechazaron.

   Acaba también de visitar al gobernador una comisión de la Federación de mineros para protestar del empleo de la fuerza pública, y le anunciaron su propósito de secundar por solidaridad a los metalúrgicos.

   Al efecto se reunirán esta noche y se teme que planteen la huelga general

Obreros de los Altos Hornos de Baracaldo, después de efectuarse el paro.
De la comisión de ayer. Tranvías apedreados. Paro en Altos Hornos y La Basconia.

   Bilbao, 10 (8 n.). En los pueblos de Baracaldo y Sestao se habían adoptado grandes precauciones para evitar que los huelguistas coaccionaran a los que no secundaban el paro. En la fábrica de Altos Hornos entraron todos a trabajar, pero no así en La Vizcaya.

   Los que quedaron fuera acordaron trasladarse a Baracaldo. Enterada de esto la Benemérita, fueron destacados ocho guardias en el puente Urbinaga, que une ambos pueblos.

   Poco después acudían 600 obreros, que fueron conminados a que retrocedieran, pero en lugar de obedecer avanzaron vociferando.

   El oficial que mandaba las fuerzas ordenó a éstas que diesen una carga. Retrocedieron entonces los obreros hasta la vía férrea, y desde allí apedrearon a la Benemérita. Al mismo tiempo, desde los balcones y ventanas de las casas eran arrojados objetos contra los guardias. Uno de éstos resultó herido y un cabo contusionado.

   El teniente mandó entonces hacer fuego, y de la descarga resultó muerto Cipriano García, de treinta y un años, natural de Soria, y heridos varios otros, entre ellos Félix Díaz, grave, con tres balazos. Este fue curado de primera intención en la CrS' sa de Socorro y después ingresó en el hospital de Bilbao.

   Más tarde, cuando había renacido aparentemente la tranquilidad, un grupo de huelguistas apedreó un tranvía, destrozándolo e hiriendo a varios viajeros. Como consecuencia de este accidente, la Guardia Civil escolta los tranvías.

   Así que los obreros de Altos Hornos se enteraron de lo que había ocurrido abandonaron los trabajos, y a primera hora de la tarde no sonó la campana en ninguna fábrica. El paro es completo en Baracaldo. Está anunciado para hoy un mitin.

   Han salido de Bilbao fuerzas del regimiento de Careliano. Los obreros de La Basconia secundarán el paro.


Fuerzas de Infantería a su llegada a los Altos Hornos de Baracaldo.
Identificación del muerto.

   Bilbao, día 11. Uno de los huelguistas, que se supuso había muerto, no está más que herido grave, y se halla en él hospital.

   El muerto se llamaba Cipriano García y vino hace poco de Segovia de donde se trasladó a los astilleros de El Nervión, las fábricas de San Francisco, Mudela, Aurrerá y los radiadores de Basconia, donde los obreros abandonaron el trabajo como protesta, por los sucesos de esta mañana, que originaron un muerto y un herido.

Sin fórmula de arreglo.

   Bilbao día 11 (1,20 m.). Las gestiones encaminadas para hallar una fórmula de arreglo que de solución a la huelga de metalúrgicos, realizadas por el gobernador, han fracasado.

   Los huelguistas concretan sus peticiones en que el pago sea semanal, más el aumento de un 50 por 100 en las horas extraordinarias.

   Una comisión de huelguistas manifestó al gobernador que, mejor pensadas las cosas, rechazaban arreglo, pues deseaban reconocimiento de la Sociedad y el pago semanal, sin limitación alguna de clase.

Las tropas de infantería recorriendo los Altos Hornos.
INFORMACIONES OFICIOSAS
EN LA PRESIDENCIA

   De Bilbao, las noticias que tenía el presidente eran más optimistas, pues, según parece, hoy se solucionará aquella huelga, porque los patronos se hallan dispuestos a lo del pago semanal.

   Cuando ya se disponían a salir los periodistas del despacho del presidente llamó a éste por telefono el gobernador de San Sebastián, quien manifestó que la huelga allí ofrecía caracteres optimistas.

Las tropas en las calles de Baracaldo.
   El ministro de la Gobernación ha dicho a los periodistas que el gobernador de Bilbao telegrafía que ha celebrado separadamente conferencias con los patronos y obreros para ver el modo de llegar a la deseada fórmula.

   Los obreros proponen el aumento de 50 por 100 en los trabajos extraordinarios y el pago semanal y no quincenal.

   El gobernador recabó de los obreros la conformidad con la fórmula de que el pago fuera a voluntad de los patronos. Pero la prensa de la mañana recoge la información de que los obreros han vuelto de su acuerdo.

   El señor Ruiz Jiménez ha dicho que de la refriega de ayer resultó un muerto y un herido. Este tiene dos balazos, uno de mauser y otro de arma distinta.

   Y en tal estado se encuentra el conflicto. Los obreros insisten en que los patronos firmen un documento en que se haga constar que el pago será semanal; dicho documento quedará en poder de los obreros.

   El conflicto económico se ha arreglado, sin embargo, el martes 11, accediendo los patronos a pagar por semanas y dar un suplemento de cincuenta por ciento de jornal por el trabajo en horas extraordinarias, y renunciando los obreros a que se les pague jornal por los días que han estado en huelga.

   Bilbao día 12. Esta mañana se llamó al trabajo en todas las fábricas metalúrgicas, incluso en los Altos Hornos, acudiendo los obreros. En vista de la solución de la huelga, se trabaja normalmente.

Soldados de Garellano, durante la comida en los Altos Hornos.
Publicado el 11 y 13 de Julio de 1.916 en

LA ACCIÓN..

sábado, 18 de julio de 2015

La Sociedad Altos Hornos de Vizcaya y el florecimiento de nuestras industrias siderúrgicas y de construcción.- 1916

La Sociedad Altos Hornos de Vizcaya y el florecimiento de nuestras industrias siderúrgicas y de construcción.- 1916

Vista parcial de la fábrica de Baracaldo, de Ricardo Gómez Gimeno.
   Nada más satisfactorio para VIDA MARÍTIMA y sus lectores, así como para La Liga Marítima, de que esta publicación es órgano de información y propaganda, que la impresión que causa la lectura de la Memoria que el Consejo de Administración de la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya ofreció a la aprobación de sus accionistas en la Junta general ordinaria que debió celebrarse el 25 de Abril último.

   En lo que concierne a la Marina mercante, no puede nunca considerarse verdaderamente nacionalizada la construcción de sus unidades, mientras no sea dable fabricar en España las grandes piezas de acero, como rodas, codastes, etcétera, que entran en la construcción de sus cascos, y las grandes también del mismo material, como ejes de las hélices, de cigüeñales, barras de conexión, rotores de turbinas, etc., que figuran como elementos esenciales en la constitución de sus máquinas.

   Al examinar una máquina montada en un taller o factoría española, o el casco de un buque en grada, próximo a la época de su lanzamiento, recibimos la impresión de algo grande que se hace en España, representativo del vigor industrial de la patria, si en el primer caso se trata de una máquina de gran volumen, capaz de desarrollar unos miles de caballos de fuerza, y en el segundo, de un buque mercante de gran tonelaje, o un crucero o un acorazado, aunque sean de mediano desplazamiento.

   En rigor, esta impresión de independencia y de poderío industrial, puede ser equivocada, o por lo menos, afectada de grande error, sino nos preguntamos, de cascos y máquinas, cuáles de sus piezas forjadas y fundidas son de manipulación propiamente española y cuáles de importación extranjera.

   El casco de un buque, sus planchas, angulares, todo linaje de refuerzos y consolidaciones, puede ser de acero laminado que salió de talleres españoles, pero si las grandes piezas mencionadas, aunque labradas para su montura y ajuste en España, son de importación extranjera, aquel casco no es propiamente español, aunque su propiedad sea española, porque no se ha creado en España íntegramente. No es, integralmente, un producto de la industria nacional. En esto, nos parece, puede diferenciarse lo que es propiedad privada de lo que es propiedad nacional, porque el último concepto tiene toda su soberana validez, cuando la nación por su sólo esfuerzo y perfección industrial ha conseguido crear totalmente todas las partes, grandes, chicas y medianas que constituyen el complejísimo entramado de un buque, sea mercante, sea de guerra.

Altos hornos Nº 3 y 4 en Baracaldo, de Ricardo Gómez Gimeno.
   Lo que decimos del buque, decimos de sus máquinas. No está la nacionalidad industrial de ésta en lo pequeño, accesorio, fácil y múltiple, máquinas auxiliares, grandes y pequeñas piezas de fundición de hierro y bronces, de aceros moldeados, de pequeñas piezas de forja, cilindros, camisas, distribuidores, excéntricas, ejes auxiliares, etc., etc., sino en aquellas otras piezas grandes y magníficas que dan el rendimiento definitivo, las barras de transmisión, los ejes de cigüeñales, los rotores de las turbinas, los poderosos engranajes o mecanismos reductores de su velocidad angular, etc., etc. No es que todo lo demás no sea muy respetable, puesto que constituye una etapa del desarrollo industrial, pero le falta el sello definitivo de poder y pujanza de la industria nacional, cuando no ha cerrado el ciclo de su evolución abordando la manufactura de las grandes piezas aludidas.

   El Japón para el vértigo de sus construcciones actuales necesita de enorme importación extranjera. Lo mismo y en mayor escala ocurre con los Estados escandinavos en el florecimiento industrial y marítimo que el conflicto europeo les ha hecho posible. Italia ha podido ser potencia de primer orden e intervenir en la contienda europea para sus reivindicaciones históricas, merced a su esfuerzo perseverante de muchos años de nacionalizar aquellas industrias, a pesar de no poseer hierro ni carbón, que son sus cimientos. España se prepara a recorrer el camino de su independencia industrial con factorías de construcción como la Sociedad Española de Construcción Naval y la Euskalduna, y con la amplificación de sus talleres y nuevas implantaciones de herramental y producción que acomete la Sociedad de Altos Hornos de Vizcaya.

   En estos tiempos que corremos de agobio económico, unos, al fijar sus miradas en el panorama de la producción nacional, sólo buscan dividendos y materia contributiva. Otros buscan, mirando al porvenir, la energía con que el capital y el espíritu de empresa y de acometimiento se desenvuelven en el camino anhelado de la independencia económica. Nada significa para el beneficio nacional, por mucho que signifique para el privado, una abundante cosecha en la cuenta de pérdidas y ganancias, si su masa no se bifurca, dirigiéndose un ramal audazmente a nuevas creaciones, porque ganar para ganar más, perfeccionando y modernizando el utillaje y amplificando el capital fijo para nuevas producciones y acumulando reservas para mantener a manera de volante la circulación en días o períodos de depresión y de competencia y lucha, es la fórmula de un régimen industrial que va derecho a la victoria. A la redacción de VIDA MARÍTIMA nada le va ni en todo rigor le importa la ganancia abundante y momentánea que es un interés privado, sino la utilización de ese excedente de energía transitorio en una resolución enérgica de salir nuestra industria, vigorizada y rejuvenecida, al encuentro de la competencia mundial en los días no muy lejanos en que la paz se establezca en Europa.

Convertidores Bessemer en Baracaldo, de Ricardo Gómez Gimeno.
   Toda política económica que no se inspire en este ideal está, a nuestro juicio, categóricamente equivocada. Si se agobia al capital atributos, ¿cómo se quiere que luche? ¿Cómo puede luchar? Al examinar esta cuestión socialmente se ponen en juego sus tres factores fundamentales: capital, trabajo y tributación, poniendo de manifiesto, con todo el relieve posible y exagerado que la índole del asunto consiente, el desamparo del trabajo y las ganancias del capital durante la guerra, que se califican de fabulosas. Implícitamente se presenta al capital como algo esencialmente individualizado que utiliza para su provecho exclusivo las circunstancias excepcionales que el trastorno económico europeo le ofrece. Es una visión estrecha y mezquina que se niega a advertir la mentira económica de considerar al capital como disociado de la actividad del conjunto nacional, como elemento aventurero entregado sin responsabilidad pública ni social a especulaciones egoístas sin conexión alguna con el interés nacional. Tal modo de ver las cosas es desconocer las funciones propias del capital, que no es un amontonamiento de utilidades contantes y sonantes, sino un instrumento de desarrollo industrial que, como toda función vital, muere o huye de la lucha, procurándose el descanso, si una pesadumbre de tributación o un ambiente hostil le arrebatan o despojan de las energías que necesita para el cumplimiento de su misión nacional y social. ¿Qué duda cabe que la Compañía Sota y Aznar encargando a la Euskalduna 140.000 toneladas de construcción se prepara para contingencias venideras y hace honor al pabellón nacional en su esfuerzo en colocarse en condiciones de competencia?.  Lo que decimos de esta Compañía y de la Euskalduna decimos de la Transatlántica, de la Sociedad Española de Construcción Naval, de la Sociedad de Altos Hornos de Vizcaya y de las demás entidades similares.

   Cuestión es ésta que ha de ocuparnos más de una vez, por lo que nos limitamos hoy a copiar de la Memoria de los Altos Hornos, los siguientes párrafos, rogando a nuestros lectores fijen su atención en ellos y en todo el alcance que implican:

  “ NUEVAS INSTALACIONES y PROYECTOS. —En el curso del ejercicio que reseñamos hemos prestado atención preferente a la fabricación de aceros especiales con destino a la defensa nacional, obteniendo los aceros al cromo-níquel, para proyectiles, con inmejorable resultado en cuantas pruebas se han realizado con ellos por las Comisiones españolas. Hemos fabricado también los aceros al carbono para escudos del material de campaña, y esperamos poder surtir también a la industria nacional de automóviles de los aceros especiales para los órganos de gran precisión y alta resistencia empleados en dichos aparatos. Del mismo modo estamos instalando un horno eléctrico de arco, para la producción de aceros especiales en cuya composición puedan entrar diversas aleaciones que caracterizan a los aceros de alta resistencia en su combinación con el cromo, el níquel, el tungsteno y otros componentes.

Hornos Martin-Siemens, de Ricardo Gómez Gimeno.
   Falto el país de un gran taller de forja, e inspirándonos en un sentimiento de altruismo patrio, hemos acordado instalar en la fábrica de Sestao un taller especial de esta clase, donde se puedan forjar grandes masas de acero hasta de 60 toneladas de peso, tales como cañones, piezas para los montajes de los mismos, rotores de turbinas, ejes para máquinas, rectos y acodados, rodas, codastes, árboles de hélice, tanto de acero binario al carbono, como de acero terciario o cuaternario, al níquel, cromo o cromo-niquel. La parle del edificio dedicada exclusivamente á la forja tendrá una longitud de 90 metros por 20 de ancho y 15 de elevación y contendrá dos prensas hidráulicas de 2.000 y 800 toneladas de potencia. A continuación de la nave de forja va la parte dedicada al tratamiento térmico de las piezas forjadas y en especial al de los elementos de cañones. Adosada a estas naves va otra de 120 metros de longitud por 20 de ancho para el emplazamiento de los tornos, cepillos, barrenas, taladros, etc., necesarios para trabajar y manejar piezas de 60 toneladas. La maquinaria para todo este departamento hemos encargado a una casa de Norte América, y el costo de instalación será de cuatro millones de pesetas aproximadamente.

   Sintiéndose también en el país la falta de las primeras materias para la fabricación de explosivos, estamos instalando en la fábrica de Sestao los aparatos precisos para la obtención del benzol, propio para automóviles y muy especialmente para el tolueno, de un alto poder explosivo.

   En la fábrica de Baracaldo, y en el departamento de acero Bessemer, se han puesto en marcha los dos convertidores de 15 toneladas, así como la máquina soplante a gas de 2.300 caballos, en relación con los mismos, todo con resultado muy satisfactorio. Sigue detenida la instalación del tren Blooming por no poder recibir la maquinaria a causa de la guerra.

Con objeto de dotar a las fábricas de un constante caudal de aguas, y evitar de esta suerte los efectos que en época de sequía se sienten por la escasez de este líquido, hemos adquirido en propiedad un volumen de 150 litros por segundo de tiempo del río Cadagua, paraje Castrejana. En estos momentos nos ocupamos de instalar la sala de bombas, y proseguiremos la instalación con el tendido de la tubería de sección suficiente para conducir los 150 litros antes mencionados.

   Las obras del edificio para escuelas dedicado a la enseñanza de los hijos de nuestros obreros están muy adelantadas, por lo que esperamos poder terminarlas en el curso de este año.

Taller de forja en la fábrica de Sestao, de Ricardo Gómez Gimeno.
   En la fábrica de Sestao hemos inaugurado la quinta balería de hornos de cok capaz para 70.000 toneladas de este producto, con resultado satisfactorio. Longitudinalmente a esta batería hemos acordado instalar otra, que llevará el número 6 de la citada fábrica, capaz para 45.000 toneladas de cok, cantidad que juzgamos indispensable para atender a la menor producción que puedan proporcionarnos las paradas de las restantes baterías como consecuencia de las reparaciones que necesariamente han de llevarse a efecto en las mismas, para mantenerlas siempre en buen estado de conservación.

   El departamento de hornos Siemens cuenta ya con seis hornos de a 20 toneladas de capacidad cada uno, que, con los tres antiguos de 14 toneladas, forman un equipo de nueve unidades instaladas en este departamento.

Seguimos dando el mayor impulso posible a la instalación del tren continuo, cuya complicada maquinaria esperamos montar en el curso de este ejercicio.

   Por último, pasamos a daros cuenta que hemos acordado formar una flota de vapores de tonelaje suficiente para verificar el transporte del carbón necesario para nuestras fábricas.

   Para llevar a efecto este propósito, hemos encargado a la Sociedad Española de Construcción Naval la construcción, en sus astilleros de Sestao, de dos barcos de 4.500 toneladas de carga cada uno, de un tipo especial y muy adecuado para esta clase de transportes. Sin perjuicio de llevar a efecto este programa con barcos de nueva construcción y tipo adecuado, nos ha parecido oportuno en las presentes circunstancias adquirir dos buques de unas 7.300 toneladas de carga total entre ambos, cuya compra hemos hecho a una casa naviera de esta villa, previa la correspondiente escritura llevada a efecto en el mes de Febrero de este año, desde cuya fecha navegan las referidas embarcaciones por nuestra cuenta.”

Publicado el 30 de Junio de 1.916 en

VIDA MARÍTIMA.

miércoles, 15 de julio de 2015

Nuestras grandes industrias metalúrgicas.- 1916

Nuestras grandes industrias metalúrgicas.- 1916

La fábrica de Baracaldo en 1864.
   El hierro se encuentra naturalmente mezclado, y es la forma más general en que lo suministra la naturaleza, la de combinaciones con el oxígeno, siendo, pues, el proceso lógico para obtener el hierro metálico del comercio el de la separación de este oxígeno. Esto se consigue fácilmente poniendo en contacto los óxidos de hierro con carbón, elevando la temperatura hasta cierto grado en que comienza el oxígeno a disociarse del metal, combinándose al carbón que va oxigenándose. Tal es en pocas palabras el procedimiento industrial de beneficio del hierro; la operación se realiza modernamente según dos sistemas, practicándose la operación en unas construcciones que se llaman convertidores o altos hornos, según cual de aquellos dos sistemas se emplee.

   España es uno de los países en que existen en más abundancia minerales de hierro, sobre todo en la provincia de Vizcaya, cuyos criaderos, muy especialmente el de Somorrostro, eran conocidos en los tiempos más remotos, haciéndose ya mención de ellos en el siglo 1 de la era cristiana.

   El beneficio se hacía hasta el siglo XV en ferrerías instaladas en los bosques, produciéndose un hierro muy famoso, del que se surtía la mayor parle del mercado universal. A mediados del siglo XV comenzaron a atribuirse virtudes especiales a las aguas de algunos ríos, empleadas en el templado, trasladándose las ferrerías a las orillas de aquellos ríos y arroyos, con el perfeccionamiento en las operaciones de fabricación de utilizar en ellas la fuerza de los saltos de agua en sustitución del trabajo á brazo.

   El primer horno alto levantado en España, lo fue en 1812, instalado en la ferrería de la casa Heredia, en Málaga, pero en realidad la primera industria siderúrgica, en alta escala, implantada en nuestro país con el procedimiento de beneficio en altos hornos, fue la de los señores Ibarra y Compañía, en los que se trataban los minerales de las minas que poseían en n Triano y Matamoros. Comenzó aquella empresa por la Fábrica de “Nuestra Señora de la Merced”, en la provincia de Santander. Luego instalaron, en 1854, la nueva fábrica llamada de “Nuestra Señora del Carmen”, en Baracaldo, a ocho kilómetros de Bilbao, dejando reducida la de Santander a la producción de lingote con carbón vegetal.

   El desarrollo de la industria siderúrgica se interrumpió con motivo de la guerra civil, pero, esto no obstante, los señores Ibarra y Compañía perfeccionaron y acrecentaron los medios de producción hasta llegar, en 1878, a tener empleados en sus establecimientos unos setecientos cincuenta obreros, fabricándose 20.000 toneladas de lingote, 10.000 de hierros laminados y 500 de piezas fundidas, contando con amplios cargaderos en Luchana, con un ramal para surtir a la fábrica del “Carmen”, y un gran plano inclinado.

Fábrica de Baracaldo.- Hornos de cok, cuarta batería.
   Hacia 1880, merced a las iniciativas de los señores Ibarra y Compañía, contaba la región con una extensa red de ferrocarril minero, con doble vía, entre las minas y los embarcaderos de Luchana. Entonces comenzó a desarrollarse el vasto proyecto de aquella Sociedad de ampliar su fabricación, introduciendo el nuevo sistema de Bessemer, para obtener aceros, con las indispensables instalaciones de hornos altos y trenes potentes de laminación.

   Para realizar tan vasta idea, era preciso disponer de un gran capital, y a este objeto se constituyó, en 1882. por iniciativa de la casa Ibarra, la Sociedad “Altos Hornos y fábricas de hierro y acero, de Bilbao”, con un capital de 12.500.000 pesetas, repartido en 25.000 acciones, creándose otras 25.000 obligaciones al 3 por 100 amortizables en cincuenta años, representativas de un valor nominal de otras    12.500.000 pesetas.
   La importancia de la nueva empresa decidió a la Compañía del ferrocarril de Bilbao a Portugalete a construir la sección hasta el Desierto inaugurada en 1887, poniéndose luego en comunicación con la cuenca minera de Ortuella.

   Los elementos de que disponía la Sociedad en 1900, consistían en tres baterías con 75 hornos de cok, para producir 90.000 toneladas anuales, y tres hornos altos, de capacidad de 300 toneladas diarias de lingote, hallándose en construcción un cuarto horno, de 20 toneladas. Se laminaban hierros comerciales, viguetas grandes y pequeñas, chapa y alambre. Los laminadores representaban una capacidad de fabricación de 400 toneladas diarias de carriles, equivalentes a trece kilómetros de longitud. En sus talleres se construyeron máquinas de vapor de 600 caballos, locomotoras para el servicio propio, puentes metálicos, etc.

    El éxito industrial y financiero de esta empresa estimuló a otro grupo capitalista a constituir otra Sociedad siderúrgica, fundándose en 1882 la “Sociedad Anónima de Construcciones La Vizcaya”, eligiendo para implantar la fábrica las marismas de Sestao, por su comunicación directa con las minas propiedad de “The Bilbao River and Cantabrian Railway Cª Ltd”.

   Los elementos de fabricación constituidos por tres hornos altos de 350 metros cúbicos cada uno, contándose para la fabricación de acero con tres convertidores Robert y cuatro Siemens Martín.

La fábrica de Baracaldo en 1908
   La fabricación de lingote alcanzó en 1900, la cifra de 97.000 toneladas.

   Estas dos sociedades, junto con la fabricación de hojalata de Beasain de la “Compañía Iberia”, se fusionaron en 1902, constituyéndose en la “Sociedad Anónima Altos Hornos de Vizcaya”, con un capital de 72.750.000 pesetas.

   La fábrica de Baracaldo cuenta en la actualidad con medios de transporte suficientes para el aprovisionamiento de mineral por ferrocarril directo a las minas o fácil transbordo por medio de vertederas automáticas. Los depósitos de mineral se encuentran en sentido normal a los hornos altos, y los minerales se reciben por una vía elevada, debajo de las cuales caben unas cuatro mil toneladas.

   La descarga de carbón que se recibe por vía marítima, se hace fácilmente contándose con un transportador Temperley, capaz de una producción útil de 500 toneladas en la tarea de doce horas, y por medio de él el carbón pasa automáticamente desde las bodegas de los buques a la tolva de carga de los hornos.

   Los muelles de carga y descarga de primeras materias y productos acabados representan una longitud de 300 metros y cuentan con siete grúas hidráulicas de 1.500 kilogramos de potencia y un efecto útil cada una de 400 toneladas en 12 horas.

   El movimiento anual de estos muelles, representa un tráfico de 530.000 toneladas entre primeras materias recibidas y productos terminados que se embarcan.

   Las baterías de hornos de cok, son cuatro. Las tres primeras constan de 25 retortas cada una y la cokización del carbón se verifica en veintidós horas, teniendo cada horno una capacidad de 5 toneladas. La cuarta batería, que es la más moderna, consta de 32 retortas que cokizan en cuarenta horas, teniendo cada una la capacidad de 7 toneladas.

   Todas las baterías son de recuperación de subproductos, obteniéndose, entre éstos, alquitrán y aguas amoniacales, además del gas extraído para calentar las retortas y hacer funcionar cuatro máquinas de gas.

La producción anual de cok es de 120.000 toneladas, que se conducen á los hornos altos por medio de un transportador aéreo.

   Hay instalados cuatro hornos altos, de un volumen  cada uno de 380 metros cúbicos y una capacidad del crisol de 40 toneladas de hierro.

   La carga se verifica por medio de carretillas de hierro de 750 kilogramos de cabida, transportadas a brazo hasta la plataforma del montacargas. Este está movido por una máquina de vapor de 100 caballos, contando los hornos 3 y 4 con sendos aparatos de servicio y con uno común los dos primeros.

Fábrica de Baracaldo. Hornos altos números 3 y 4.
   El departamento destinado a los convertidores Bessemer consiste en una gran nave de 1.600 metros cuadrados de superficie, a cuyo lado, y apoyada en vigas armadas, corre una grúa volante de 30.000 kilogramos.

   Los convertidores están apoyados en grandes soportes de hierro y pueden describir alrededor de su eje un movimiento de rotación en ambos sentidos, accionados por dos máquinas reversibles de 300 caballos.

   El hierro colado procedente de los hornos altos pasa al mezclador y desde allí va el lingote, todavía en estado líquido, en unos grandes calderos, hasta la plataforma de los convertidores, donde los montacargas hidráulicos elevan los calderos hasta la boca de los convertidores, vaciándose en ellos.

   El procedimiento de Bessemer para transformar el hierro en acero consiste en lanzar una corriente de aire a través del lingote en estado líquido. El aire oxida los cuerpos extraños y se obtiene el acero.

   El aire que necesita el proceso de los convertidores lo suministran dos máquinas soplantes de 600 caballos cada una.

   Los lingotes de acero obtenidos pesan de 1.000 a 1.500 kilogramos cada uno, y de los convertidores pasan a los hornos de recalentar.

Para la fabricación de aceros especiales hay dos hornos Siemens Martín.

   Existen inmediatas al departamento de convertidores tres espaciosas naves, destinadas a los trenes reversibles de laminación. En la nave Central se hallan las máquinas motrices que mueven los trenes.

   Cerca del taller de Bessemer hay cuatro hornos de recalentar, capaz cada uno para 200 toneladas de lingote.

   Para la laminación de los hierros y aceros de sección pequeña, hay instalados otros seis trenes de laminación.

Fábrica de Sestao. Taller de fundición.
   Para producir el vapor que exigen todas las necesidades de la industria existen 37 calderas, tipo Larscarline, y 4, sistema Babcock & Wilcox.

   Hay una central eléctrica y de vapor, constituida aquélla por tres motores gemelos, de gas, que mueven tres generatrices de corriente continua, de 220 kilowatios, que suministran corriente a 50 electromotores distribuidos en diferentes puntos de la fábrica. Un cuarto motor, de 100 caballos, acciona dos dinamos de 34 kilowatios cada una, para el servicio de alumbrado de la fábrica. El gas que consumen los motores procede de los hornos altos. Constituyen la central de vapor dos bombas hidráulicas de 400 caballos, que suministran la fuerza a 35 aparatos.

   Análoga a la fábrica de Baracaldo, a que se refiere la descripción anterior, es la de Sestao, algo memoren capacidad, no juzgando oportuno repetir para ella detalles que sólo habrían de diferenciarse, en general, en las cifras.

   La importancia de esta gran Empresa siderúrgica está demostrada por una producción, durante el año anterior, de unas 816.000 toneladas, entre lingotes, hierros y aceros diversos, cok y subproductos, que no sólo han cubierto casi la totalidad del mercado nacional, sino que ha permitido una exportación que se eleva a una cifra muy importante.

Publicado el 30 de Mayo de 1916 en

La Ilustración Española y Americana.